Seres celestiales llenos luz y benevolencia, aunque a ciencia cierta no ha comprobado su existencia hay muchos que creemos en ellos; suponemos que nos acompañan y cuidan, aunque tal ves sea nuestra necesidad de protección, que nos insita a creer en ellos.
Son variadas las formas en que los personificamos e idealizamos, desde los más sobrio hasta lo caricaturesco, tratando de materializarlos, tal como nosotros; privilegiadamente poseerían alas, dotadas por el ser supremo que les encomendó una misión en la tierra, talvez aspirando tenerlos más cerca de nosotros y sentir seguridad en momentos ciertamente riesgosos.
Son variadas las formas en que los personificamos e idealizamos, desde los más sobrio hasta lo caricaturesco, tratando de materializarlos, tal como nosotros; privilegiadamente poseerían alas, dotadas por el ser supremo que les encomendó una misión en la tierra, talvez aspirando tenerlos más cerca de nosotros y sentir seguridad en momentos ciertamente riesgosos.
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