
Lo importante es no dejarse embargar, ni abrumar, menos lastimar o atentar contra uno mismo o los demás. Empezar el control haciendo un desvío del pensamiento hacia otra cosa que nos distrae o da placer, como también comer (dulce disminuye tristeza), ir de compras, escribir o expresar lo que nos preocupa generalmente ante situaciones de tristeza. Ante angustia o ira trasmitir sensación de calma, aminorar la situación, pedir que realice ejercicios de respiración (concentrarse en su respiración), evitar comentario negativos, acompañarlo mientras se calma,

Lo importantes es estar preparado, aprendiendo a confiar en mi-mismo/a, ensayando lo imprescindible, atreviéndonos a errar, aprendiendo a ser benevolentes y prácticos con nuevas equivocaciones.
Lo básico es que tus emociones no sobrepasen los límites y logres controlarlas a tiempo; si sientes que no puedes hacerlo tu mismo(a) un profesional de psicología te orientará y ayudara a lograrlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario